jueves, 18 de octubre de 2012

Pecera, una "venganza creativa" contra las empresas que vulneran los derechos laborales

Tal y como yo lo entiendo, el consumo transformador va más allá de saber qué es lo que compramos. Tiene mucho que ver con el mundo que queremos. Por ejemplo, a través de un consumo crítico podemos mostrar nuestro apoyo a los organismos que garantizan unos salarios y unas condiciones laborales dignas a las trabajadoras y los trabajadores.

Precisamente, en abusos laborales nos estamos haciendo todas y todos unxs especialistas. Quien no los vive en primera persona, los ve en sus amistades, familiares, vecinxs... La terrorífica cifra de las 5 millones de personas en paro en el conjunto del Estado español crece cada día. Mientras, los gobernantes se centran en pagar una deuda ilegítima e impagable y las grandes empresas siguen aumentando sus beneficios, especulando y aprovechando del margen que les da la reforma laboral para precarizar aún más a trabajadoras y trabajadores y reducir sistemáticamente sus derechos.  Así que así andamos muchxs trabajadorxs, planteándonos si de verdad merece la pena nuestro esfuerzo. Es decir, pensando de qué sirve dejarse el alma en el trabajo, hacerlo lo mejor que puedes o sabes, si luego, como apuntaba el periodista John Carlin en The Guardian el pasado 30 de septiembre, en la mayoría de empresas se decide a dedo; si los amiguismos, las lealtades, son los verdaderos responsables de que algunos, los más, escalen puestos o conserven sus puestos de trabajo.

Andaba dándole vueltas a esto y me topé con el corto "Pecera", que ha puesto imágenes a algunas de mis angustias y mis demonios. Lo he querido colgar en el blog porque, aunque parezca que no, para mí sí que está relacionado con el consumo transformador y porque me ha movido las entrañas esa comparación con los peces que viven en una jaula de cristal, comen y mueren en cautividad, pero que no están tristes si se les da agua limpia y comida.

Además, el director del corometraje, Carlos Bouvier, explica que "Pecera" es una “venganza creativa” contra esas empresas que no tienen ningún reparo en vulnerar los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Aquí lo dejo, a ver qué os parece :)


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