Hemos pasado una semanita de lo más tranquila y relajada en el archipiélago de Chiloé. Muchos comparan sus parajes con los de Galicia, por su clima, su
agreste
costa, sus paisajes y sus leyendas… Nosotras pudimos aprovechar su paz y tranquilidad para conocer varios pueblitos y rincones encantandores como Ancud, Castro y sus palafitos, la bonita
iglesia de madera de Quinchao, Dalcahue, Achao, Cucao... También pudimos hacer una
excursión en el Parque Nacional Chiloé, donde pudimos
contemplar un
hermoso y mágico bosque de tepuales. Hay un sendero hermoso que conduce a la
costa. En fin, un montón de opciones. Nosotras buscamos también opciones de turismo responsable. Compartimos algunas de las que encontramos:
>> Etnoturismo Kaicheo, en Koñimo. La familia Kaicheo comparte sus conocimientos sobre la cultura Mapuche-Huilliche en el pueblito de Koñimo, que en lengua chezungún significa "aguas tranquilas". Se puede participar junto a ellos en la recolección de frutos, probar su cocina a base de productos de la zona como papas y mariscos o conocer su medicina basada en hierbas y plantas. También ofrecen alojamiento con capacidad para 10 personas.
>> Agroturismo Colo, en San Antonio de Colo, Quemchi. Colo, está a sólo 16 kilómetros de Quemchi. Allí Marta Aquintui y su familia ofrecen un sencillo y cálido alojamiento en una casa que tiene cerca de 100 años y que fue traída en medio de una tradicional minga chilota. Con ellos se puede conocer de cerca la cultura campesina del bordemar interior de la isla grande de Chiloé, con sus faenas y actividades típicas de la zona.
>> Morelia Autoservicio, en Chonchi. A sólo unos minutos de la increíble localidad de Cucao, Morelia ofrece sabrosas comidas como papas rellenas, milcaos, salmón y deliciosos panes amasados.
>> Fiestas costumbristas, en casi todas las poblaciones. ¡No hay que perdérselas! Se pueden conocer en vivo las antiguas tradiciones y oficios chilotes.
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