Nuestro día a día nos relaciona con el mundo empresarial; con la empresa que fabrica el dentrífico que utilizo para lavarme los dientes por la mañana y con el supermercado al que voy a hacer la compra por la tarde. Queremos ser responsables, consumir de manera medida y evitar la cultura del despilfarro…, pero esto no nos aleja de la necesaria elección de a quién compramos y por qué le compramos.
Tenemos la capacidad de premiar y castigar a los fabricantes de la ropa, a las sucursales bancarias donde guardamos nuestros ahorros y a las agencias de viajes con las que contratamos nuestras vacaciones. Tenemos la capacidad de mostrarles nuestra preocupación por la manera en que llevan adelante su negocio, y pedirles que además de ganar dinero sean social y medioambientalmente responsables.
Los consumidores desempeñamos de hecho un papel importante en la oferta de incentivos para una conducta empresarial responsable. Idealmente deberíamos elegir de manera crítica y fomentando los buenos productos y las buenas empresas, pero es difícil…,¡cómo puedo conocer el comportamiento de las empresas con las que de manera inconsciente me relaciono en mi día a día, desde que enciendo la luz de mi mesilla hasta que pongo gasolina en mi coche!.
Actualmente a los consumidores nos falta mucha información para tomar esta decisión, pero cada vez en más países y desde más empresas se está siendo consciente de esta necesidad.
¿Qué significa que una empresa sea socialmente responsable?
La empresa cada día toma múltiples decisiones (entre un amplio abanico de posibilidades) que tienen impactos –positivos y también negativos- en al ámbito económico, social y medioambiental, y que afectan a sus trabajadores (en su formación, sueldos, condiciones de trabajo...), clientes (precios, calidad del producto..), proveedores (condiciones de suministro, precio, estabilidad de su relación ..), comunidad local (negocios de la zona, contaminación y medioambiente..) etc.
Durante mucho tiempo se ha entendido que la empresa se comporta de manera responsable por el mero hecho de crear empleo y generar beneficios, pero este concepto ya ha quedado trasnochado porque sin duda la empresa y la sociedad se necesitan mutuamente. A la mirada miope de los beneficios del corto plazo ( ganar y ganar) se va poco a poco imponiendo la lógica de la inversión en un desarrollo sostenible, clave para asegurar también el beneficio del largo plazo, que atienda condiciones sociales y medioambientales de todos los que de alguna manera se relacionan con la empresa.
¿Qué información debe dar la empresa?
Para que el consumidor pueda ejercer un consumo consciente y acorde con sus valores es esencial la transparencia empresarial, que se basa en tres fundamentos:
- información actualizada y fiable sobre la actividad empresarial: ¿dónde produce?, ¿qué riesgos afronta?, ¿qué políticas y medidas concretas ha desarrollado para reducir esos riesgos (sociales, medioambientales)?, ¿ha desarrollado una política de “responsabilidad social corporativa o empresarial”?.
- comunicación fiable o de acceso fácil a esta información: las empresas que tiene política expresa de Responsabilidad Social Corporativa suelen publicar una Memoria donde dan cuenta de sus actuaciones en esta materia.
- verificación de la información: no es suficiente con que la empresa “diga”, también se debe pedir que de manera independiente se compruebe que lo que “dice” se “hace”.
La empresa tiene que facilitar esta información de manera acorde con los principios de la responsabilidad social de las empresas, lo que implica a toda su cadena de producción y no sólo al producto final. Así las empresas de textil confección deben garantizar que la prenda que finalmente compramos en nuestras tiendas, y que en la mayor parte de las ocasiones ha sido cortada y cosida por trabajadoras de países empobrecidos, se ha hecho de manera digna asegurando condiciones laborales acordes como mínimo con los estándares internacionales de la Organización Internacional del Trabajo.
¿Cómo puedo obtener información sobre las empresas?
Si eres un comprador o compradora habitual de una marca, o tienes contratados los servicios de una empresa, y tienes dudas sobre su comportamiento infórmate:
- Mira su página web, investiga si tiene política de Responsabilidad Social Corporativa.
- Pregúntale directamente: Dirígete por email, teléfono o carta a ella.
- Consulta revistas de consumo, estudios y sitios de Internet de organizaciones especializadas en consumo, ONGs y organizaciones sociales que inciden en las conductas empresariales.
- Fíjate en las etiquetas, sellos y distintivos especiales que llevan algunos productos.
Y si la información que obtienes no te satisface cambia tu hábito de compra y consumo de manera responsable y premia a otra empresa.
Para más información:
- Guía para un Consumo Responsable del Observatorio de la RSC.(pdf)
- Estudios sobre Empresa y Desarrollo de Intermón Oxfam
- Más sobre consumo responsable en Intermón Oxfam
- Observatorio de la RSC
Tenemos la capacidad de premiar y castigar a los fabricantes de la ropa, a las sucursales bancarias donde guardamos nuestros ahorros y a las agencias de viajes con las que contratamos nuestras vacaciones. Tenemos la capacidad de mostrarles nuestra preocupación por la manera en que llevan adelante su negocio, y pedirles que además de ganar dinero sean social y medioambientalmente responsables.
Los consumidores desempeñamos de hecho un papel importante en la oferta de incentivos para una conducta empresarial responsable. Idealmente deberíamos elegir de manera crítica y fomentando los buenos productos y las buenas empresas, pero es difícil…,¡cómo puedo conocer el comportamiento de las empresas con las que de manera inconsciente me relaciono en mi día a día, desde que enciendo la luz de mi mesilla hasta que pongo gasolina en mi coche!.
Actualmente a los consumidores nos falta mucha información para tomar esta decisión, pero cada vez en más países y desde más empresas se está siendo consciente de esta necesidad.
¿Qué significa que una empresa sea socialmente responsable?
La empresa cada día toma múltiples decisiones (entre un amplio abanico de posibilidades) que tienen impactos –positivos y también negativos- en al ámbito económico, social y medioambiental, y que afectan a sus trabajadores (en su formación, sueldos, condiciones de trabajo...), clientes (precios, calidad del producto..), proveedores (condiciones de suministro, precio, estabilidad de su relación ..), comunidad local (negocios de la zona, contaminación y medioambiente..) etc.
Durante mucho tiempo se ha entendido que la empresa se comporta de manera responsable por el mero hecho de crear empleo y generar beneficios, pero este concepto ya ha quedado trasnochado porque sin duda la empresa y la sociedad se necesitan mutuamente. A la mirada miope de los beneficios del corto plazo ( ganar y ganar) se va poco a poco imponiendo la lógica de la inversión en un desarrollo sostenible, clave para asegurar también el beneficio del largo plazo, que atienda condiciones sociales y medioambientales de todos los que de alguna manera se relacionan con la empresa.
¿Qué información debe dar la empresa?
Para que el consumidor pueda ejercer un consumo consciente y acorde con sus valores es esencial la transparencia empresarial, que se basa en tres fundamentos:
- información actualizada y fiable sobre la actividad empresarial: ¿dónde produce?, ¿qué riesgos afronta?, ¿qué políticas y medidas concretas ha desarrollado para reducir esos riesgos (sociales, medioambientales)?, ¿ha desarrollado una política de “responsabilidad social corporativa o empresarial”?.
- comunicación fiable o de acceso fácil a esta información: las empresas que tiene política expresa de Responsabilidad Social Corporativa suelen publicar una Memoria donde dan cuenta de sus actuaciones en esta materia.
- verificación de la información: no es suficiente con que la empresa “diga”, también se debe pedir que de manera independiente se compruebe que lo que “dice” se “hace”.
La empresa tiene que facilitar esta información de manera acorde con los principios de la responsabilidad social de las empresas, lo que implica a toda su cadena de producción y no sólo al producto final. Así las empresas de textil confección deben garantizar que la prenda que finalmente compramos en nuestras tiendas, y que en la mayor parte de las ocasiones ha sido cortada y cosida por trabajadoras de países empobrecidos, se ha hecho de manera digna asegurando condiciones laborales acordes como mínimo con los estándares internacionales de la Organización Internacional del Trabajo.
¿Cómo puedo obtener información sobre las empresas?
Si eres un comprador o compradora habitual de una marca, o tienes contratados los servicios de una empresa, y tienes dudas sobre su comportamiento infórmate:
- Mira su página web, investiga si tiene política de Responsabilidad Social Corporativa.
- Pregúntale directamente: Dirígete por email, teléfono o carta a ella.
- Consulta revistas de consumo, estudios y sitios de Internet de organizaciones especializadas en consumo, ONGs y organizaciones sociales que inciden en las conductas empresariales.
- Fíjate en las etiquetas, sellos y distintivos especiales que llevan algunos productos.
Y si la información que obtienes no te satisface cambia tu hábito de compra y consumo de manera responsable y premia a otra empresa.
Para más información:
- Guía para un Consumo Responsable del Observatorio de la RSC.(pdf)
- Estudios sobre Empresa y Desarrollo de Intermón Oxfam
- Más sobre consumo responsable en Intermón Oxfam
- Observatorio de la RSC
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