viernes, 20 de enero de 2012

En plenas rebajas: ¡esto no es lo que parece!

¿Qué hay detrás del acto cotidiano de comprarse una camiseta, llenar el carro de la compra o elegir uno u otro banco? En pleno período de rebajas de invierno, Setem ha presentado su campaña "Esto no es lo que parece" con la que invita a reflexionar sobre las consecuencias del consumo, que no siempre son tan evidentes como parecen a simple vista. Lo que más nos ha gustado de esta campaña es que pretende también realizar un ejercicio de denuncia y, sobre todo, que ofrece alternativas reales al actual sistema, conscientes de que es posible otro modelo financiero, de producción y consumo.

Echa un vistazo a la web que han creado y antes de salir de compras recuerda el alto precio que hay que pagar por comprar prendas baratas, de grandes multinacionales de la moda, confeccionadas normalmente por mujeres en países empobrecidos y con unas condiciones laborales que se acercan a la esclavitud.

Pero la campaña no habla sólo de consumo de ropa, Setem también quiere arrojar luz sobre el gesto cotidiano de comprar en el supermercado que, de forma involuntaria, nos hace participar en un sistema de comercio injusto: 925 millones de personas en el mundo pasan hambre mientras se producen más alimentos que nunca en la historia.

Las transnacionales de la alimentación, que controlan el 70% del mercado global, han ido enriqueciéndose aprentando a las personas productoras de todo el mundo, desde África, pasando por América del Sur y también en el Estado español. Las familias y comunidades productoras ven reducidas sus ganancias y las regiones agrícolas y ganaderas se empobrecen, mientras el precio en las estanterías de los supermercados sigue subiendo. Un comercio injusto para el que sí hay alternativas, tales como el consumo de alimentos frescos y naturales, de producción local y comercio justo.

También tocan el tema de las finanzas éticas. Nos explican cómo participamos, de forma inconsciente, en la financiación de empresas de cuestionable ética, tales como las fabricantes de armas prohibidas (minas anti-persona, bombas de racimo, armas nucleares), o las que colaboran con la destrucción del medio ambiente o con las peores formas de explotación. Setem recuerda que nuestros ahorros invertidos en economía real, como la impulsada por la banca ética, pueden contribuir a mejorar las condicionas de vida de muchas personas.

1 comentario:

  1. Bueno, aunque sea con un comentario y no un post, voy a estrenarme en el Blog.
    Es verdad lo que cuenta Aida, pero me cuesta ver la alternativa. Estoy de acuerdo en que es mejor comprarse poca ropa y pagar más pero saber de dónde viene y en qué condiciones se ha fabricado. Pero aun estando dispuesta a reducir el tamaño de mi armario y a gastar más dinero ¿Cómo encuentro esas prendas? ¿Qué marcas facilitan la trazabilidad de sus productos y hacen públicas las condiciones laborales de sus empleados y sus proveedores? Y en una ciudad como Madrid, donde cada vez es más difícil encontrar tiendas que no sean de grandes cadenas ¿dónde las venden?
    Hablándolo entre nosotras no hemos encontrado una respuesta sencilla a estas preguntas, tendremos que seguir investigando, a ver si damos con la solución 
    Mientras tanto tendremos que tejernos nuestra propia ropa, aunque ¿de dónde vendrá la lana de la mercería de la esquina?

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