Otra de las cosas que nos demostró Juan Carlos fue la mala calidad de las leches denominadas UHT, las comerciales al uso, vamos. Estas leches pasan por unos procesos térmicos que las someten a unos 138-142 grados. Estas temperaturas la convierten en un producto que poco tiene que ver con lo que es la leche. Él nos recomendó comprar leche fresca directa a pastores con rebaños (aunque tengan prohibida la venta de leche a particulares) y si no podemos, hacernos con leche fresca pasteurizada de vaca o de cabra, que es más fácil de encontrar. La leche fresca pasteurizada también sufre algunos tratamientos térmicos, entre ellos algunos que la estandarizan un poco y le rebajan en un tres por ciento más o menos la cantidad grasa, pero sigue siendo un producto de mucha más calidad que la UHT.
En la foto se pueden ver los quesos de cabra que elaboramos nosotros mismos y que ahora mismo están en mi nevera esperando a que reposen un poco más antes de hincarles el diente :)
Yo también hice el curso y me pareció increíble lo fácil que es elaborar nuestros propios productos: yogures, cuajadas, mantequillas, quesos, cremas. Todos con ingredientes muy sencillos y con recetas que te llevan menos de 20 minutos. Vale la pena!
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