Seguramente ya habíais visto este esquema (se puede hacer grande clickando sobre él) porque lleva meses dándo vueltas por las redes sociales, pero es tan impresionante y esclarecedor que creo que tenemos que tenerlo muy presente y no me he resistido a colgarlo y comentarlo.
¿Quién decide lo que compramos?, ¿quién nos marca lo que comemos? Pensamos que podemos escoger, pero la respuesta está clara: 10 multinacionales de la industria agroalimentaria. Eso sí, con el beneplácito de gobiernos e instituciones internacionales, acaban imponiendo sus intereses privados por encima de las necesidades colectivas. Piensa en lo que has comido hoy, recuerda las últimas 10 cosas que te has comprado... si buscas las marcas en el esquema, verás que has contribuido a financiar a los grandes gigantes empresariales que nos dominan y que amenazan gravemente nuestra seguridad y nuestra soberanía alimentaria.
En Europa, entre los años 1987 y 2005, la cuota de mercado de las diez mayores multinacionales de la distribución significaba un 45% del total y se pronosticaba que ésta podría llegar a un 75% en los próximos 10-15 años. En países como Suecia, tres cadenas de supermercados controlan alrededor del 95,1% de la cuota de mercado; y en otros como Dinamarca, Bélgica, España, Francia, Holanda, Gran Bretaña y Argentina, unas pocas empresas dominan entre el 45% y el 60% y del total. Las megafusiones son la dinámica habitual. Este monopolio y esta concentración permiten un fuerte control a la hora de determinar qué consumimos, a qué precio, de quién procede y cómo ha sido elaborado.
Hay que recordar que en plena crisis alimentaria, las principales multinacionales de la industria agroalimentaria como Nestlé, Tesco o Carrefour siguen anunciando cifras récord de ganancia, mientras millones de personas en el mundo no tienen acceso a los alimentos.
Realmente es impresionante. No hay otra que boikotear a las grandes multinacionales, cosumir ya no solo lo menos posible sino de una forma consciente, en mercados locales, en grupos de consumo...
ResponderEliminarGracias por tu blog!
¡Gracias a ti por seguirme! Sí que impresiona, sí. Es una barbaridad. Supongo que la alternativa es dar un paso adelante hacia el comercio justo y responsable y formar un grupo de consumo en casa, en el barrio o en el centro de trabajo… Además de boicotear a estas transnacionales, claro!
ResponderEliminarIncreíble el imperio que tienen montadas las grandes marcas de alimentación!
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